Calentamos motores el viernes, asistiendo al mercadillo medieval de Sámano y cenando en el mejicano castreño a ritmo de jalapeños, con paseíto incluido para bajar las ingestas de quesadillas grasientas, aún regadas con lechuga.

El sábado no se presentaba menos gastronómico y a Escalante que nos fuimos a beber zumo de manzana, más comúnmente llamado sidra, y no precisamente el Gaitero, de todas las zonas del norte de esta España nuestra (seguro que en la mente de Maripi está sonando un ¡VIVA!). El ambiente del pueblín era de lo más rural y como ahí no había más viandas que los sabrosos bollos preñaos, emprendimos ruta a Santoña para degustar todos los lugares de pintxos de escándalo que Maripi conocía (queso con anchoas, tosta de paté, pimiento relleno de bonito y el último, elegido al gusto de cada uno) Cafecito, con helado incluido para “los sin-fondo” y a Castro city! que aún quedaba tarea. Excursión al Eroski para los que aún no habían comprado los ingredientes para el Primer concurso de Pintxos celebrado por éste-nuestro grupo.
El amanecer del domingo se presentó nervioso, ultimando los detalles de los trabajos a presentar. La terraza de Elena sirvió de escenario para hacer la degustación. Nada más y nada menos que 9 pintxos entraban a concurso.

Con hambre, nervios y un buen vino empezamos a saborear la tortilla de patata “con trampa” que se le ocurrió a Miguel. Las delicias de bonito con pimientos del piquillo que había preparado el chef Manel empezaban a poner el concurso complicado; con huevos rellenos (o a la mimosa) continúo la presentación de Mónica. Con mucha paciencia frió Maripi los huevos de codorniz que adornaban un pantumaca cubierto con paletilla ibérica. Impresionante hojaldre con membrillo, queso y jamón preparó Nerea, no dejando atrás los súper pimientos rellenos de morcilla acompañados de compota de manzana que se curró Jóse. Tartaleta de bacalao con pimiento y cebolla confitada fue el presentado por Elena. Iker sorprendió con filetitos de jamón con salsa de tomate, cebolla y secretos variados. Y la menda lerenda intentó hacer empanadillas de manzana, que debido a un percance con el horno, mejor olvidar su éxito.
Tras mucho deliberar, pensar, recordar sabores, y sobre todo, no caer al suelo debido a la falta de equilibrio, ya que los estómagos se inclinaban hacia delante debido a su peso, hicimos las votaciones: Cuchara de palo al pintxo más rico… para Miguel! Cuchara de palo al pintxo más original… para Jóse! ¿El fin de fiesta? Jugando al Pictionary y dando un laaaaargo paseo.
1 comentario:
Celebro la resurrección del blog. Si bien considero un ultraje no haber sido invitado como juez imparcial (ñam, ñam...). Mi primer día de jornada partida, con más hambre que una puta y viendo la foto de vuestros pintxos. Propongo (y no exijo porque no puedo) que el siguiente post sea la receta de cada pintxo, he dintxo.
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